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Informacion de Wikipedia:
I
Pagliacci (en italiano, Los payasos) es una ópera con libreto y música
de Ruggero Leoncavallo, estrenada el 21 de mayo de 1892 en el Teatro
Dal Verne de Milán. Comúnmente es representada y grabada junto con
Cavalleria Rusticana, de Mascagni; siendo ambas las óperas más
representativas del estilo verista. Se lo confunde erróneamente con
frecuencia con el nombre de I Pagliacci.
La historia de I
Pagliacci y Leoncavallo es muy similar a la de "Cavalleria Rusticana" y
Mascagni: composición de la ópera para un concurso, éxito popular y,
por desgracia para sus compositores, fracaso en otros intentos. Fue el
sino de la mayoría de compositores de final de siglo XIX tales como
estos dos músicos que tratamos, o Giordano (Andrea Chénier y en menor
grado, Fedora). Además, hay varias anécdotas que rodearon la
composición de I Pagliacci. La historia se basó en hechos reales de los
que el padre de Leoncavallo, como juez, tuvo conocimiento. Por otro
lado, está la pifia del concurso: éste consistía en la composición de
una ópera de un acto pero Leoncavallo erró y presentó su obra con dos
actos. Su editor, Ricordi, incumplió su palabra de estrenarla y
Leoncavallo acabó por entregarla a Sonzogno, rival de Ricordi, que la
estrenó con un éxito total de público. Se representó por primera vez el
21 de mayo de 1892 en el Teatro dal Verme de Milán.
Acto I
Tras
el preludio, Leoncavallo inicia esta ópera con la aparición, a telón
bajado, de Tonio, disfrazado de Taddeo en la Commedia dell 'Arte. Es el
prólogo. Tonio se presenta ante el público para explicar qué obra van a
ver los espectadores ("Si può?"...¿Se puede?" y como podrán disfrutar
de esta obra que el autor compuso para los hombres, lleno está de
amores y odios. Es un aria en la que se puede observar los distintos
cambios musicales
Tras el prólogo, empieza el acto con la
llegada de un grupo de payasos a un pueblo, en la festividad de la
virgen de Agosto, para representar una obra. La compañía, dirigida por
Canio, está formada también por su esposa Nedda, el jorobado Tonio, y
Beppe. El recibimiento es acogedor para los payasos, que lo agradecen
(eh,Son qua... "Sei de' pagliacci". Canio anuncia al pueblo que esa
noche a las 23 horas hay un gran espectáculo al que nadie ha de faltar
("Un grande spettacolo a ventitré ore". Cuando Nedda baja, Tonio le
trata de ayudar pero Canio le da un pequeño golpe mientras que los
lugareños le ríen las gracias. Los celos de Canio vuelven a resurgir
cuando algún joven le insinúa, sin mala intención, que Tonio, que había
rechazado la invitación para tomar algo junto a los compañeros, se
quedaba para cortejar a Nedda ("Bada, Pagliaccio, ei solo vuol restare
per far la corte a Nedda" ). Canio muestra en este aria, "Un tal gioco,
credetemi", un carácter revelador del final de esta ópera ya que deja
bien claro que el final, en la realidad, sería bien diferente del de la
obra en caso de que Nedda le engañase con algún hombre (el oyente
notará como Canio aumenta su intensidad cuando habla de lo que pasaría
sin descubriese a Nedda). La llegada de gaiteros acompañando la
comitiva de parejas que van a las vísperas, junto a las campanadas de
la iglesia del pueblo, hacen que la gente despeje la plaza ("Don, din,
don, din. suona vespero". Cuando Nedda se queda sola, se pone a pensar
y preocuparse por la actitud celosa mostrada por Canio ("Qual fiamma
avea nel guardo"...¡¡qué fuego tenía en la mirada!!). Nedda está
enamorada secretamente de otro... y ese amor que le hace cambiar su
discurso para volverlo más alegre ("Oh! Che volo d'augelli, e quante
strida!..." ¡El vuelo de los pájaros, qué bullicio!). Sin embargo,
Tonio no había marchado y estaba observándola. Cuando ella lo descubre,
la conversación es punzante por parte de Nedda, que tanto desprecia a
él como a sus ridículos intentos de acercarsele ("So ben che difforme
conforto son io"... Sé bien que soy deforme). El constante desprecio y
la mofa llevan a Tonio a amenazarla de "que lo pagará" mientras que
sale de escena.
La llegada de Silvio alegra a Nedda, primero
inquieta por la imprudencia, pero el amor vuelve a salir en este dúo...
con un espectador terrible, ya que Tonio ha observado que Silvio trata
de convencer a Nedda para huir ("E allor perché, di', tu m'hai
stregato"...). El dúo es sentido, emocionado, un Silvio implorante, una
Nedda deseosa de ser libre que acaba convencida, citándose para
medianoche. Esta parte de la conversación ha sido escuchada por Canio,
acompañado por Tonio -cual Yago- y que salta ante la exclamación de
ella a Silvio ( "...e per sempre tua sarò", lo que hace que el amante
de Nedda huya. Canio se muestra colérico y trata de averiguar el nombre
de esa persona que estaba junto a ella pero Nedda calla. La escena es
atroz y los compañeros tratan de apaciguarlo ya que la gente está a
punto de salir de la iglesia y no debe de ver tal "espectáculo"; Tonio
trata de tranquilizarlo asegurándole que el amante estará esa noche
viendo el espectáculo y le pide que finja. En este momento se canta el
aria "Recitar!....Vesti la giubba", que refleja ese dicho "la gente
paga y quiere reír" y el célebre "ridi, Pagliaccio", que ha
popularizado esta ópera en el mundo gracias a tenores que no han dudado
en representar este papel y lograr una interpretación histórica del
personaje. Canio se muestra hundido pero "el espectáculo ha de seguir"
y ha de actuar para el público.
El intermedio sirve para
prepararnos para la obra que la compañía de payasos va llevar adelante.
En esta "Commedia dell'Arte" Canio es Pagliaccio, Nedda es Colombina,
Tonio es Tadeo y, por último, Beppe es Arlecchino.
Acto II
El tenor Enrico Caruso, caracterizado como Canio
El tenor Enrico Caruso, caracterizado como Canio
El
acto comienza con el coro de aldeanos que se van aposentando en sus
asientos para ver la obra. Entre ellos está Silvio, que le recuerda que
la esperará al final.
Obra
El desarrollo es el siguiente:
Colombina
está en una salita paseando mientras la voz de arlequín implora por su
amor ("Oh! Colombina, il tenero fido Arlecchin..." Oh,Colombina,el fiel
y tierno Arlequín). La llegada de Tadeo, bufón enamorado de Colombina,
nos devuelve, aunque sea de forma jocosa, al primer acto respecto al
encuentro de Tonio y Nedda ("Sei tu bestia?". Arlequín sube y alcanza
la ventana de la habitación donde está Colombina y Tadeo y echa al
bufón ante las risas del público. El pequeño dúo amoroso-jocoso culmina
con las mismas palabras que Nedda dijo a Silvio, lo que acelera la
furia en Canio. La entrada en escena como Pagliaccio es el fin de la
ópera. La realidad empieza a sobrepasar a la ficción. Ante el público
atónito, Pagliaccio desaparece para que Canio se muestre como tal
("Pagliaccio non son..." con una actitud tan despiadada ante Nedda
("Sperai, tanto il delirio" que le exige que revele el nombre de su
amante. Nedda trata de seguir con su papel de Colombina y seguir con la
comedia pero el intento es infructuoso ya que Canio ya está lleno de
ira. Silvio, ha sido el único en el público que pensaba que la escena
no era de ficción y empieza a preocuparse por Nedda quien a pesar de
confesar su romance, se niega a revelar el nombre de su amante y trata
de huir al ser amenazada por Canio, pero éste logra alcanzarla y
matarla. Silvio intenta salvarla pero sólo logra ponerse a tiro de
Canio que también lo mata. Con un terrible e irónico "La commedia è
finita" (La comedia ha terminado), concluye la ópera mientras el telón
baja ocultando los cuerpos inertes de los dos amantes.
Suele ser
habitual que, por su poca duración, las casas discográficas pongan en
una mismo pack a I Pagliacci de Leoncavallo junto a Cavalleria
Rusticana. Ambas óperas tienen una gran importancia en lo que fue la
última corriente del siglo XIX, la "escuela verista". Tanto la ópera de
Leoncavallo como la de Mascagni, son obras que han alcanzado gran fama,
si bien las óperas de Puccini les impidieron mayor relumbrón. Con todo,
algunos momentos como el "Vesti la giubba" (I Pagliacci) han podido
entrar en el repertorio de fragmentos favoritos de los aficionados a la
ópera. Ambas obras marcaron a sus compositores hasta el punto de no
volver a repetir otro logro importante.